De Presidente a fugitivo

Tras 4 días de sangrientas protestas los hechos se desarrollan en Ucrania con tal velocidad que cuesta asimilarlos.

22 de Febrero. Es la fecha que Yanukóvich recordará como el día en el que su poder sufrió un duro golpe, calificado más tarde por el mismo como “golpe de estado”. 24 horas antes anunciaba un pacto con la oposición que contemplaba, entre otras cosas, la vuelta a la Constitución del 2004 y la convocatoria de elecciones anticipadas antes de diciembre. Un pacto que, sin embargo, no consiguió calmar los ánimos en Maidán, sino más bien lo contario. Los líderes de la oposición son recibidos con abucheos y acusados de traidores por haber negociado con el gobierno. La plaza de la independencia tenía sus propios planes y los pondría en marcha la misma mañana siguiente. El pacto que tanta sangre constó conseguir se quedaría en papel mojado.

Quizás asustado por el ultimátum de la ultraderecha que da de plazo las 10.00 am hora local para que Yanukóvich dimita, éste decide abandonar la sede presidencial rumbo a Járkov. Una huída que le supondría el rechazo de su propio partido que le acusaría de traidor a la patria.

El plazo se cumple y no hay rastro de Yanukóvich. La policía ha desaparecido del centro de Kíev y los manifestantes llegan al Parlamento y a la Sede Presidencial. Empiezan a correr rumores de dimisión. La asesora del todavía presidente anuncia que no lo ha hecho y que está en Járkov. El que sí lo hace es el presidente del Parlamento. La oposición tiene vía libre. La Rada se reúne de urgencia y nombra como nuevo presidente a Turchynov, mano derecha de la ex primera ministra Yulia Timoshenko y empieza a gestarse la caída “oficial” del régimen.

El Parlamento aprueba la vuelta a la Constitución del 2004 y la enmienda que permite liberar a Timoshenko. Al mismo tiempo, en Járkov (donde según su asesora está Yanukóvich) los representantes de las provincias del sur y del este de Ucrania y la república de Crimea anuncian que asumen el poder hasta que se restablezca el orden constitucional en Kíev. El aún entonces presidente anuncia que no va a dimitir, califica lo sucedido de golpe de Estado y dice que las decisiones tomadas por el Parlamento no son legítimas. El Parlamento responde destituyendo a Yanukóvich y convocando elecciones anticipadas para el 25 de mayo. Poco después Timoshenko sale del hospital en el que estaba recluida, se dirige a Maidán, donde pide a los manifestantes que no abandonen la plaza hasta que se cumplan todas sus demandas. Mientras Yanukóvich intenta abandonar el país pero las autoridades fronterizas del aeropuerto de Donetsk le cierran el paso.

23 de Febrero. Ucrania amanece con un nuevo presidente en funciones: el jefe del Parlamento compagina ahora los dos cargos. Yanukóvich continúa en paradero desconocido y sin saber que para el nuevo gobierno en funciones tiene las horas contadas. En 24 horas el Ministro del Interior pondrá sobre la mesa su orden de búsqueda y captura acusado por el asesinato masivo de ciudadanos pacíficos. En el momento en el que escribo estas palabras, se sabe que la última vez que se le vio fue abandonando su residencia en Crimea rumbo al aeropuerto, al que, supuestamente, nunca llego.

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