México: Nuevas fosas, más hipótesis, más indignación

Hace unos meses entrevisté a Carmelita Cruz, la madre de Jorge Aníbal Cruz, uno de los 43 estudiantes de la escuela normalista de México desaparecidos en México el 26 de Septiembre del año pasado.

Cuando hablamos con ella hacía un mes y medio que no sabía nada de su hijo, y no sólo ella, sus familiares y los de los otros 42 jóvenes desaparecidos tampoco. Bueno, nada no, día sí día no les llegaban y siguen llegando informaciones que apuntaban en la misma dirección: que sus hijos están muertos. Hipótesis que ha defendido el gobierno desde el primer momento y que provocó la desconfianza de los padres de los desaparecidos. Afirman, como decía Carmelita, que no creen en lo que les dice el gobierno, que se empeña en encontrarlos muertos pero no tiene pruebas de que así sea. Lo cierto es que las pocas referencias y declaraciones del gobierno, y del presidente Enrique Peña Nieto, llaman, cuanto menos la atención.

Como decía, cuando entrevisté a Carmelita había pasado un mes y medio de la desaparición de los estudiantes, ahora han pasado ya más de 100 días y lo mismo se sabe sobre ellos… nada. Sólo una de las familias vio truncada su esperanza, la de Alexander Mora. Sus restos aparecieron en el basurero de Cocula y sus peores temores se hicieron realidad. El resto de familias mantiene la esperanza. La investigación demuestra que sus hijos no fueron incinerados vivos en el basurero de Cocula como afirmó en su momento el procurador general de la república tras escuchar la confesión de dos detenidos por el suceso. Los restos de 30 cadáveres encontrados en 10 fosas encontradas cerca de Iguala tampoco corresponden a los jóvenes.

Al ritmo que se desentierran muertos en el país el número de detenidos aumenta. Ya son 56 los arrestados por el caso, pero lo cierto es, que las familias de los estudiantes siguen viviendo en la incertidumbre de saber qué pasó y dónde están sus hijos. Sólo saben que la policía se los llevó y a partir de ahí todo es difuso. Cada vez que aparece la noticia de un nuevo hallazgo de una fosa común se les ponen los pelos de punta. ¿Y si son ellos? Aunque mantienen la esperanza de que están vivos, a veces, sus fuerzas, flaquean.

Los forenses estudian en estos momentos los restos humanos hallados en varias fosas en el sureste del país mientras la última hipótesis científica que ha visto la luz insiste en la incineración pero no en el basurero de Cocula, sino en crematorios del Ejército y otros privados. De nuevo no hay pruebas y una vez más los familiares reciben otro golpe a su esperanza y a la de un país que quiere a toda costa a los estudiantes de vuelta con vida.

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